Una movida

Cuando tenga una hija lo primero que le tengo que contar es que, en esta vida, a veces, pasan cosas muy raras. Rarísimas. Por ejemplo: que a veces no sepas cómo corresponder el amor sencillo y honesto que algunas personas depositan en ti. Que en ocasiones no te importe tanto defraudarte a ti misma como defraudar a los demás. Que siempre la cagues en el peor momento. Que siempre acabes pidiendo ayuda a aquellos a los que no querías defraudar. Que sepas con meridiana claridad qué es lo que deberías hacer para no decepcionar a los demás, pero que te sientas absolutamente incapaz de hacerlo por razones que ni tú misma entiendes. Y que aun así y con todo eso: te sigan queriendo.
Una movida, yo qué sé: es difícil explicarlo con palabras.

 

Y. Canosa